El jardín eterno Sōka se traduce como «Hierba y flor» por su composición.
Un jardín eterno, también llamado terrario eterno, jardín en botella o terrario en un bol, es una pequeña burbuja de naturaleza diseñada para vivir sin esfuerzo. Dentro de un recipiente de vidrio sellado, las plantas crean su propio ecosistema, donde el agua se recicla, el oxígeno fluye y la vida sigue su curso sin necesidad de riego ni mantenimiento constante.
Cada terrario en botella es una obra de arte viva, donde la humedad se evapora, se condensa y vuelve a nutrir la tierra, replicando el ciclo natural del agua. Con la luz adecuada, las plantas realizan la fotosíntesis y mantienen su equilibrio sin intervención.
Belleza sin esfuerzo
No necesitas experiencia en jardinería para disfrutar de un jardín en botella. Su diseño autosuficiente permite que se mantenga por años, aportando frescura y un toque de naturaleza a cualquier espacio.
Más que decoración
Un terrario en bol no solo transforma un rincón, sino que también mejora la calidad del aire y genera una sensación de calma y conexión con la naturaleza. Su presencia equilibra los ambientes y convierte cualquier espacio en un refugio sereno.
Si buscas una forma de integrar la naturaleza en tu día a día sin complicaciones, un jardín eterno es la elección perfecta. Elegante, sostenible y diseñado para perdurar en el tiempo.